No cuentes los días, haz que los días cuenten.

#Escabilidad

LIDERAR EN LA INCERTIDUMBRE

¿Cómo manejar la incertidumbre en las compañías?
¿Cómo disminuir el ambiente de miedo al despido?
¿Cómo manejar a los equipos para que sigan trabajando productivamente y sin miedo al contagio en espacios laborales?

Parte 1

Cuando me surgió la oportunidad de escribir este artículo me pregunté qué es el liderazgo. Busqué por curiosidad de qué me aparecería al buscar “liderazgo”. Al dar click en el botón de búsqueda, no me sorprendió lo que apareció: 32,600,000 resultados. Aunque no todos ellos eran definiciones, la enorme cifra me dejó entrever la cantidad de perspectivas y estudios que se han derivado para definirlo. Incluso me hizo recordar lo que un maestro alguna ocasión mencionó en su clase “…la respuesta correcta cuando se te hace una pregunta concreta es… depende”. Y sí, esa fue mi conclusión. De hecho, en las circunstancias en las que vivimos con estos niveles de incertidumbre debido al COVID, tiene sentido que sea la respuesta al tipo de liderazgo necesario para sacar adelante a una organización. 

En este artículo hay varias preguntas que me interesa tratar. Seguramente son preguntas que se hacen dueños o directivos de empresa. Sé de antemano que no esperan una respuesta  como “Depende”. La primera de ellas es ¿cómo manejar la incertidumbre en las compañías?

El liderazgo es un término discutido durante muchos años. He conocido empresas que buscan integrarlo a su cultura. También me he dado cuenta de que sus esperanzas están enfocadas en dejar esa responsabilidad a las posiciones jerárquicas medias y altas. En general esto significa tener a uno o varios capitanes que decidan el rumbo del barco o áreas con la carga de responsabilidad que eso conlleva a la hora de tomar decisiones. El riesgo aquí es que cada capitán se case con su visión. Si ésta se aleja de la realidad que el mercado exige, existe el riesgo de no lograr los objetivos o incluso llevar a la empresa a pérdidas y daños costosos.

Probablemente estarás pensando: ¿o sea que las empresas no deben tener directoras y directores? Mi punto es que, dado nuestro contexto, se abre la oportunidad de generar una conciencia de liderazgo en todos los niveles, de lograr que todas las personas se sientan parte de la solución y ver que el liderazgo no necesariamente tiene que estar limitado a una posición jerárquica. Más bien, está relacionado con el compromiso y actitud de realizar acciones que desde su lugar pueden provocar cambios. Mi punto está en dos palabras: Conciencia y Acción

Se escucha de manera muy recurrente que en los negocios nada será igual, que cambiará la forma en la que se hacen las cosas. Aquí veo que una oportunidad para que las empresas volteen a ver no sólo al mercado, sino dentro de ellas mismas y dejen de ver a sus áreas como unidades separadas. Aquí surge la oportunidad de hacer que las cosas se hagan diferentes: la oportunidad de trabajar de manera colaborativa y generar un verdadero trabajo en equipo. En la organización justo lo que la hace poderosa es la unión de capacidades.

Para concluir con esta pregunta mi respuesta es que el verdadero liderazgo despertará las capacidades de cada persona. Se trata de entender que no es una cuestión de posición, sino de convicción y que se logrará salir adelante trabajando de manera colaborativa.

Parte 2

Pandemia y liderazgo

De la realización de cada uno depende el destino de todos. (Alejandro Magno)

¿Cómo disminuir el ambiente de miedo al despido? ¿Cómo gestionar equipos para que sigan trabajando productivamente y sin miedo al contagio en espacios laborales?

En esta época el fantasma del despido se hace presente. Desafortunadamente, es un riesgo latente en muchas organizaciones que no encuentran cómo sostener la nómina. La solución a la que están llegando es eliminar posiciones que perciban como prescindibles. Esto es el resultado de un círculo vicioso: en el que el contexto reduce las ventas, los empleados sienten miedo, piensan más en qué pasaría si los corren, se ocupan en buscar otras oportunidades de trabajo. Finalmente, la productividad disminuye, lo cual se suma a la reducción de ingresos.

Estas preguntas me llevan a la primera parte de esta serie [añadir link]. Por un lado, es necesario que todas las personas en la organización se enfoquen en asumir su propio liderazgo, agregar valor y centrar sus esfuerzos en hacer que la empresa funcione como un ente sistémico. Es decir, que todas las áreas se aseguren de generar sus esfuerzos y resultados hacia un objetivo común. Por otro lado, si la dirección se abre a escuchar a la organización desde su posición, el resultado será seguramente muy diferente al que pueda darse si la visión se queda con lo que decide la alta dirección.

Estar abiertos a actuar, probar y corregir de manera rápida: es ahí en donde el liderazgo recaerá, en generar conciencia hacia dentro de la organización, crear el espacio para aportar, despertar la inquietud de cómo ayudar a la organización. Tener el foco en ese miedo paralizante generará a un plazo determinado una profecía autocumplida. 

Recuerdo una clase hace muchos años en donde mi profesor mencionó: “Si hay algún proyecto y piden voluntarios, sé el primero en levantar la mano. Probablemente te llevará a desvelos, sacrificios de tiempo para ti, con tu familia, dejar de hacer las cosas que te gustan, pero valdrá la pena”. 

No a todos les agrada la idea, pero aquí es en donde las personas que se arriesgan tienen resultados diferentes. Para eliminar el miedo, reemplázalo por acción. No olvides tomar las medidas preventivas adecuadas para disminuir los contagios. Afortunadamente hoy existen herramientas tecnológicas que facilitan el que el trabajo continúe sin necesidad de presencia física.

No cuentes los días, haz que los días cuenten. (Muhammad Ali)

Quisiera concluir con lo siguiente. La respuesta que propongo a las preguntas son una reflexión para aplicar a distintas empresas o posiciones con la reserva del “Depende”. Seguramente tu contexto será muy diferente al resto de las empresas a tu alrededor, pero espero que estos artículos sirvan como un punto de vista alternativo para enfrentar esta situación de incertidumbre. Por último te dejo el consejo de una persona de nuestra organización que me parece muy valioso: no tengas miedo a tomar decisiones: equivócate; pero reacciona rápido para corregir el rumbo.

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